Ser Valiente

Ser valiente significa "tener valor", o lo que es lo mismo, "tener estima".

Todo el mundo aprecia a los valientes. Son adorados y queridos.

El valiente se siente valorado y seguro de sí mismo.

El cobarde se siente desvalorado e inseguro, y se esconde culpando y humillando a los demás, para que parezcan peor que él.

El valiente no culpa ni humilla a los demás, porque no lo necesita. Ni siquiera se para a pensar lo mal que lo hacen los otros, porque eso no le preocupa.

El valiente solo actúa según sus ideas, aunque estas fueran distintas a las de los demás, e incluso impopulares. No se deja doblegar contra lo que el cree correcto.

Pero eso no significa no escuchar a los demás o contradecirlos. El valiente escucha siempre y analiza lo que otros le dicen, sacando aprendizaje de todas las experiencias.

Sus ideas las expresa libremente y sin intención de menospreciar a nadie. Si cree que puede herir a alguien se callará.

Medita las decisiones y las acata con positivismo y seguridad. No duda.

No siente necesidad de dar explicaciones por sus decisiones, porque no busca el beneplácito de los demás.

Es fiel a sus ideas y no le importa expresarlas, ni el qué dirán.

El valiente no se avergüenza.

No teme a la opinión que los demás puedan tener sobre él.

Por eso actúa libremente. Y hace lo que cree correcto.

La valentía es sinónimo de coraje, y este significa "fuerza de voluntad para superar impedimentos sin miedo al fracaso". Por tanto, el valiente se atreve a dar el paso con seguridad en cualquier decisión que haya tomado, sin temor a una posible derrota. Pone toda su atención en el resultado positivo que puede obtener, y esto le llena de motivación, siendo esta la principal fuerza para salir victoriosos de cualquier situación. Por ello, el valiente tiene muchas más posibilidades de ganar.